cap. 2.- ECÓGRAFO Y TÉCNICA ECOGRÁFICA
ECÓGRAFO
Un ecógrafo se compone fundamentalmente de un transductor o sonda, una unidad de procesamiento, un monitor o pantalla y un teclado o mandos (Fig. 1). La unidad de procesamiento recoge la información que le suministra la sonda o transductor y la transforma y expresa en una imagen.
El monitor proyecta la imagen que envía la unidad de procesamiento en tiempo real. La imagen proporcionada consiste en un plano de dos dimensiones producido por un corte seccional de aproximadamente 1 mm de espesor y de profundidad variable y ajustable. El teclado o mandos nos permitirá optimizar la imagen que visualizamos en el monitor, también puede efectuar cálculos de distancias, áreas, volúmenes, etc.
TRANSDUCTOR O SONDA
Es la pieza fundamental del ecógrafo. Es un dispositivo que transforma energía eléctrica en energía mecánica y viceversa (piezoelectricidad). Esta transformación, tiene lugar en los denominados cristales piezoeléctricos que se encuentran en el interior del transductor o sonda.
Cuando estos cristales son estimulados por la corriente eléctrica proveniente del generador transforman dicha energía en pulsos de ultrasonidos, los cuales, chocarán con las interfaces de los distintos tejidos reflejándose en forma de ecos. Los ecos reflejados vuelven nuevamente a la sonda, generándose estímulos eléctricos que serán recogidos por la unidad de procesamiento y representados en el monitor como puntos de distinto nivel de gris.
Según la disposición de los cristales en el interior del transductor, hablaremos de sonda lineal, sonda curva, sonda anular, etc.
En ecografía músculo-esquelética vamos a utilizar fundamentalmente dos tipos de sondas: una lineal y una convex. La sonda lineal proporciona un formato de imagen rectangular (Fig. 2-A) y puede ser de alta frecuencia (mayor de 10 MHz) o de frecuencia intermedia (6-10 MHz). La sonda cónvex es de baja frecuencia (2-5 MHz) y su formato de imagen es romboidal o trapezoide (Fig. 2-B) lo que proporciona un campo de visión más amplio que el de la sonda lineal.
Las sondas de frecuencia alta e intermedia nos permitirán ver estructuras que se localizan en superficie (hasta 6 cm.) con buena resolución de la imagen; las de baja frecuencia nos permitirán ver estructuras que se encuentran en profundidad (más de 6 cm.); sin embargo, la resolución de la imagen es peor.
Orientación de la sonda
Todas las sondas tienen una marca o identificación que coincide con un punto o logo de la pantalla del ecógrafo y que nos va a permitir la orientación de la misma con respecto a la pantalla del equipo de ultrasonidos.
La orientación de la sonda nos hace mas fácil entender las imágenes obtenidas al realizar los distintos cortes ecográficos. Los planos o cortes más importantes en ecografía músculo-esquelética son, el plano transversal, el longitudinal o sagital y el coronal (Fig. 3).
- Plano longitudinal o sagital. (Fig. 3-A). La sonda se coloca en paralelo al eje mayor o largo del paciente o de la extremidad. Lo que se sitúa a la izquierda de la imagen ecográfica está orientado hacia craneal, hacia la cabeza del paciente. El marcador de la sonda estará hacia la cabeza del paciente.
- Plano transversal. (Fig. 3-B). La sonda se coloca perpendicular al eje mayor del paciente o de la extremidad y de forma convencional se asume que el lado derecho del paciente se corresponde con el lado izquierdo de la imagen ecográfica. El marcador de la sonda está a la derecha del paciente.
- Plano coronal. (Fig. 3-C). La sonda se coloca lateral al eje mayor del paciente. El marcador de la sonda siem- pre apunta hacia craneal y estará a la izquierda de la pantalla y la parte más distal hacia la derecha de la misma.
Manejo de la sonda
En ecografía, una correcta técnica de escaneo implica un perfecto manejo de la sonda. Inicialmente colocaremos ésta perpendicular a la estructura que vamos a localizar intentando mejorar la imagen obtenida con movimientos de presión, deslizamiento, angulación y rotación (Fig. 4).
La presión sobre la sonda requiere un control muy preciso y estable. Una presión excesiva va a colapsar elementos vasculares y una presión muy ligera puede hacernos perder visibilidad. Los movimientos de deslizamiento se realizan fundamentalmente para el seguimiento de estructuras y en la localización de la aguja. Los movimientos de rotación y angulación sobre todo estos últimos nos permitirán definir y visualizar correctamente las estructuras.
MODOS EN ECOGRAFÍA
Los ecos reflejados en las diferentes interfases reflectantes, van a chocar con los cristales piezoeléctricos del interior de la sonda generándose una corriente eléctrica que es analizada por la unidad de procesamiento y expresada en el monitor de distintas formas o modos: como un vector (Modo A), como un punto móvil (Modo M) y como un punto de un determinado nivel de gris (modo B con escalas de grises) (Fig. 5).
- Modo B: (Fig. 5-A) Se obtiene una imagen bidimensional en tiempo real. Es el modo más habitual. El ecógrafo convierte las diversas amplitudes de las ondas captadas en píxeles de hasta 256 tonalidades o escalas de grises (mayor amplitud de onda, mayor brillo en la escala de grises).
- Modo M: (Fig. 5-B) Representa el movimiento de la interfases reflectantes. Se selecciona uno de los haces de ultrasonidos en modo B y se observa qué sucede con él a lo largo de un tiempo. Su utilidad fundamental es valorar situaciones clínicas en las que haga falta una demostración de movimiento (ej. movilidad de las válvulas cardiacas, valoración de la contractilidad cardiaca, variación del calibre de vena cava inferior durante la respiración).
- Modo D (Doppler): (Fig. 5-C) Se basa en el cambio de frecuencia del sonido que se produce cuando una onda acústica (eco) choca con una interfase en movimiento. Esta propiedad va a permitir al ecógrafo calcular la velocidad de esa interfase en movimiento. En esta modalidad es posible captar el movimiento del haz de ultrasonidos reflejado cuando se acercan o alejan del transductor. Se utiliza básicamente para captar los flujos de la sangre dentro de los vasos sanguíneos o en el corazón. Con este modo podemos diferenciar las estructuras vasculares de las que no los son.